Tránsito, sinónimo de caos en Rep. Dom.
Para nadie es un secreto que las leyes de tránsito se cumplen pobremente en nuestro país. Así lo afirma el informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial 2013, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que otorga al país calificaciones muy bajas en torno a la aplicación de leyes de tránsito: las notas van de 2 a 4 en una escala del 0 al 10.
En primer lugar, el informe establece que en el país no existen penalidades ni un sistema de puntos por infracciones de tránsito. En torno a las calificaciones en el cumplimiento de las leyes de regulación de la velocidad, República Dominicana tiene un 3; respecto a las leyes sobre conducción bajo los efectos del alcohol un 2, por la ley de uso obligatorio para los motoristas un 3 y por la ley de uso del cinturón de seguridad un 4.
No obstante todo eso, más alarmante aun son las estadísticas que dicha institución ofrece situando a la República Dominicana en segundo lugar entre países con más muertes por accidentes de tránsito en el mundo, en relación a su población, con una tasa de 41.7 por cada 100 mil habitantes. A pesar de que nuestro país existe la ley 241 sobre tránsito de vehículos de motor, y acciona un institución para regular el transporte, labor que en mi opinión debe ser cuestionada, ya que el caos y el desorden continúan imperando.
El tema del tránsito y por ende seguridad vial amerita ser incluido en la agenda nacional y ser asumido con la debida responsabilidad. Iniciando con la modificación a la ley del tránsito que fue creada hace 46 años, cuando la cantidad de vehículos que circulaban en las calles no era ni la mitad de la actual y con un aumento en la severidad respecto al cumplimiento de la leyes de tránsito.
¿Cómo es posible que la penalidad por cometer una infracción de tránsito sea de 2 a 5 años? ¿Cómo es posible que un conductor tenga varias multas por pagar? Y peor aun, ¿Cómo es posible que nadie tome cartas en un asunto en el cual se involucran tantán vidas humanas?
Pero para ser justos no podemos dejar caer toda la culpa sobre las instituciones encargadas, claro esta que estas tienen en sus manos la gran responsabilidad de mantener el orden respecto al tránsito, Pero ¿usted como ciudadano cumple con su parte?